Regularmente me encuentro con situaciones en las cuales autónomos y empresas se ven en la posición de tener que hacer frente a pagos pero no tienen la disponibilidad en tesorería, cuando revisan su estado de pérdidas y ganancias tienen beneficios, entonces ¿qué ha pasado?.
Separemos conceptos:
Estado de pérdidas y ganancias: muestra el resultado de la empresa y tiene partidas importantes para entender un negocio, como pueden ser las ventas y gastos, pero también tienen otras que a efectos dinero en el banco no nos aportan información, como puede ser la amortización de los activos, este estado financiero no muestra el impacto del IVA, tampoco muestra el IRPF de los autónomos.
Estado de flujos de efectivo: muestra los movimientos de efectivo de la empresa, cobros y pagos, incluyendo dentro de los pagos IVA, IRPF e inversiones.
Entonces, como empresa y/o autónomo ¿Qué estado tengo que mirar?, como todo la respuesta es depende.
El estado de pérdidas y ganancias al extraer los impuestos y al dividir el impacto de la compra de los activos en varios años dependiendo de la vida útil, nos da una información clara de la rentabilidad de un negocio, que no es igual al dinero que podemos ingresar con este, dependerá sobre todo de la inversión que se esté realizando. Si lo que quiero ver es el beneficio que me puede generar un negocio con una inversión inicial iré a ver el estado de pérdidas y ganancias.
El flujo de efectivo al mostrar los movimientos de efectivo, no me muestra la rentabilidad de la inversión inicial, simplemente muestra si estamos haciendo dinero o no con un negocio y sobre todo nos dirá si tenemos la capacidad de seguir invirtiendo o si por el contrario tenemos que buscar algún tipo de financiación.
Veamos el siguiente ejercicio:
Supongamos una empresa que tiene unas ventas totales de 150k€, de las cuales 100k€ son nacionales, con compras de 35k€ de las cuales solo 15k€ son nacionales y que adicionalmente cuenta con 2 trabajadores, tiene unos gastos operacionales de 15k€ al año y durante este ejercicio fiscal ha tenido que invertir en equipos con una vida útil de 5 años.
Como podemos ver, la empresa ha tenido un resultado neto superior a la caja que ha generado, derivado de la inversión en activos y esto es normal, sobre todo durante los primeros años del negocio.
Ahora supongamos que en lugar de invertir 3k€ en activos, tiene que invertir 6k€
En este caso, el negocio tendrá una caja negativa, por lo que tendrá que financiarse, pero esto no quiere decir que no sea un negocio rentable, lo que quiere decir es que para poder empezar a generar dinero tendrá que esperar un ejercicio más, porque en los años siguientes no tendrá que hacer una inversión tan grande. Supongamos que el siguiente año la inversión será 0, entonces tendremos el siguiente resultado:
Se ve claramente que el negocio es rentable, sin embargo el primer año necesitará financiación y habremos recuperado la inversión en el 3er año, a partir del cual empezaremos a generar realmente dinero.
Todos los datos son supuestos y no hemos tomado en cuenta los posibles impagos de clientes, ni otros factores que pueden afectar en la realidad a cualquier negocio; por lo que estos ejemplos solo pueden tomarse como un ejercicio para entender las diferencias entre rentabilidad y efectivo generado.